«En Pupuja, Santiago no es un viajero extranjero: es un comunero más, un campesino que protege las chacras, guía el ganado y se sienta junto al pueblo para celebrar la vida.»
En lo alto del altiplano puneño, a más de 3,900 m.s.n.m., cada mes de julio se enciende una de las celebraciones más extensas y profundas del calendario festivo andino: la Fiesta de San Santiago Patrón de Pupuja.
Aquí, Tayta Shanti no es un santo distante, sino un apu protector, dueño del rayo y compañero del campesino. La comunidad lo honra con novenas, danzas, música y rituales que entrelazan lo cristiano con lo ancestral.
Desde el 18 de julio de 2018, la fiesta goza del reconocimiento oficial como Patrimonio Cultural de la Nación, gracias a su fuerza identitaria, su riqueza ritual y su vigencia comunitaria.
Pupuja en contexto
- Ubicación: distrito de Santiago de Pupuja, provincia de Azángaro, región Puno.
- Altitud: 3,900 m.s.n.m., rodeado de lagunas, chacras y cerros sagrados.
- Población: aymara y quechua hablante, con fuerte identidad indígena.
- Economía: basada en la agricultura de altura (papa, quinua, oca), la ganadería (alpacas, ovejas), la alfarería y el arte textil.
El aislamiento geográfico y el espíritu comunal han permitido que la tradición se conserve auténtica, transmitida de generación en generación.
Duración y calendario festivo
La fiesta de Pupuja se distingue por su extensión:
- Novenas: 20 días de rezos, misas y ofrendas comunitarias.
- Fiesta principal: 3 días centrales en torno al 25 de julio, día de Santiago Apóstol.
- Duración total: hasta 23 días de celebración, donde se suspende el trabajo cotidiano y todo gira en torno a la devoción, la música y la danza.
La comunidad no “consume” la fiesta: la vive como parte de su derecho cultural.
Devoción y espiritualidad
La figura de Santiago Apóstol llegó con los españoles, representada como guerrero conquistador. Pero en Pupuja fue resignificada: se convirtió en Tayta Shanti, protector del ganado y de las cosechas, fuerza sagrada vinculada al relámpago (illapa) y a los Achachilas (espíritus de los ancestros).
Durante la festividad:
- Se realizan procesiones con la imagen del santo.
- Se levantan altares comunales con ichu, flores, coca y chicha.
- Se hacen ofrendas a la Pachamama, enterrando alimentos y aguardiente como agradecimiento por la fertilidad.
El resultado es un sincretismo orgánico, donde lo católico y lo andino no compiten: se complementan.
Tradición en fotos
Danzas tradicionales
La danza en Pupuja no es entretenimiento: es oración con el cuerpo y memoria colectiva.
Las más emblemáticas son:
- Saraquenas y Novenantes
- Declaradas Patrimonio Cultural de la Nación en 2014 (RVM N.º 117-2014-VMPCIC-MC).
- Danzas con trajes coloridos, máscaras de madera y bastones.
- Representan luchas simbólicas entre fuerzas opuestas, reflejando el equilibrio cósmico andino.
- Los danzantes recorren el pueblo durante las novenas, anunciando la cercanía del santo.
- Comparsas de huaynos y pasacalles, organizadas por familias y comunidades.
- Danzas de alfareros, tejedores y ganaderos, que honran los oficios locales y su vínculo con la tierra.
Cada comparsa se financia como cargo comunal, asumido con orgullo y devoción.
Música del altiplano
Las bandas locales integran violines, tinyas, bombos y trompetas, generando un sonido inconfundible del altiplano.
Su repertorio incluye:
Cada nota es historia viva: habla de amores, luchas, pérdidas y esperanzas.
Gastronomía comunal
La comida es parte del ritual: no se vende, se comparte en base al ayni (reciprocidad).
Platos típicos de la fiesta:
- Kankacho puneño: cordero al horno, marinado con ajíes y hierbas locales.
- Chairo: sopa espesa con chuño, mote, papas nativas y carnes.
- Patasca altiplánica: guiso de maíz pelado con oveja y hierbas.
- Queso fresco y pan de papa, siempre presentes en los altares y mesas.
Alimentar a miles de comuneros y visitantes es en sí un acto de cohesión social.
Organización comunal
La fiesta se sostiene gracias al sistema de cargos tradicionales, que rota cada año:
- Alcalde de danzas
- Fiscales de la imagen
- Capitanes de comparsas
- Mallas y varayocs (autoridades comunales y espirituales)
Asumir un cargo implica gastos y sacrificio, pero también honor y prestigio. Es un acto de servicio, no de lucro.
Patrimonio Cultural de la Nación
El 18 de julio de 2018, la Resolución Viceministerial N.º 107-2018-VMPCIC-MC declaró la Fiesta de San Santiago de Pupuja como Patrimonio Cultural de la Nación.
El reconocimiento se otorgó porque la fiesta:
- Es una expresión cultural de larga data, ligada a la agricultura, ganadería y artes tradicionales.
- Representa un sincretismo religioso único entre lo andino y lo colonial.
- Reúne a decenas de comunidades, fortaleciendo la cohesión social.
- Se mantiene vigente y transmitida de generación en generación.
Santiago, corazón de la comunidad
La Fiesta de San Santiago de Pupuja no es un espectáculo turístico: es un acto de soberanía cultural.
Aquí, Santiago no es un caballero de guerra: es el comunero que bendice las chacras, cuida a los animales y baila con los Saraquenas.
Mientras haya altares de ichu, danzas de Novenantes y novenas que resuenen entre los cerros, la fiesta seguirá viva.
Porque en Pupuja, Santiago no es un visitante: es el corazón mismo del pueblo. ️
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