Francisco de Ávila (c. 1573 – 1647) fue un sacerdote doctrinero peruano nacido en Cuzco y activo durante las últimas décadas del siglo XVI e inicios del XVII.
Desarrolló gran parte de su labor religiosa en la región de Huarochirí, en la sierra de Lima, en el contexto de las campañas coloniales de extirpación de idolatrías.
Su nombre quedó estrechamente vinculado al Manuscrito de Huarochirí, uno de los documentos más importantes para conocer la cosmovisión religiosa andina prehispánica.
Formación y carrera eclesiástica
Labor documental y legado
- Recopilador del Manuscrito de Huarochirí:
Se le atribuye la recopilación, transcripción y edición parcial del manuscrito quechua (ca. 1608),
conocido también como Manuscrito de Huarochirí o Runa Yndio Ñiscap, que contiene mitos, relatos de deidades (huacas), ritos y cosmología andina de la región de Huarochirí.
El manuscrito fue escrito en quechua colonial, lo que lo convierte en una fuente única de la religión indígena en época colonial. - Tratado contra idolatrías (1608):
Fr. Ávila escribió un Tratado y relación de los errores, falsos dioses y otras supersticiones y ritos diabólicos en que vivían antiguamente los indios de Huarochirí.
Solo los primeros capítulos se han conservado. - Visitas y control eclesiástico:
Durante su labor eclesiástica fue nombrado “visitador de las idolatrías” para supervisar la supresión de cultos indígenas.
Hubo cuestionamientos contemporáneos sobre la veracidad de lo que afirmaba haber encontrado. - Destino del manuscrito:
El manuscrito quedó olvidado por siglos en archivos coloniales de Madrid, hasta su redescubrimiento en la Biblioteca Nacional de España.
Fue traducido por diversos investigadores: Hermann Trimborn en alemán (1939), reeditado con Antje Kelm (1967), y la versión en español más célebre es la de José María Arguedas en 1966.
Visión crítica y contradicciones
- La figura de Francisco de Ávila es objeto de debate histórico, pues su labor estuvo marcada por tensiones entre la recopilación documental y la misión evangelizadora.
- Aunque Ávila documentaba creencias indígenas, lo hacía desde un rol colonial y eclesiástico, con el propósito de extinción de ritos.
Su objetivo no era preservar la cultura sino suprimir lo que la Iglesia consideraba idolatría. - En 1610, algunas autoridades ya manifestaban dudas sobre lo que afirmaba haber hallado en Huarochirí.
- El manuscrito quechua presenta correcciones, borrados y anotaciones marginales atribuidas a Ávila,
lo que indica una edición intrincada y posible intervención interpretativa propia del recopilador.
Aunque actuó como agente del poder colonial, los textos recopilados por Francisco de Ávila permitieron que una parte fundamental de la cosmovisión andina prehispánica sobreviviera y llegara hasta nuestros días.
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