Hola! Venga a tomar desayuno 1-2 veces por semana. La primera vez, lo noté pero no dije nada porque puede pasar. Esta segunda vez, la persona que hace los sandwiches y toda las comidas, no utiliza guantes. Y utiliza los trapos sucios en la mesa de preparación. Creo que podría tener más cuidado al preparar los salados. El café medio quemado. Atención en caja muy bueno.
TODA UNA RIDICULEZ DISFRAZADA.
Ambiente: No se que tiene que ver el nombre con un ambiente industrial, las mesas son pequeñísimas, tienen más mesas altas donde se estaciona la gente con sus laptops, parece más un starbucks, incómodo.
Comida: el precio no vale lo que te sirven. El pan es rescatable.
Bebida: Me trajeron un ice coffee en un frasco…. EN UN FRASCO !!! Tremenda estupidez, un café americano muy meeeh. SOLO TIENEN PANELA, no hay azúcar ni stevia ni sacarina. De cucharita te traen UN PALITO DE HELADO.
Servicio: El joven de la caja muy divino en actitud, hasta que decidió saltarme a mi que estaba frente a él para atender a una señora recién llegada solo por que ella quería un producto. Pésimo.
La “camarera” pésima, si no le pido cucharita no me la trae, si no le pido panela, tampoco la trae. Una atención deficiente, parece que me hacía un favor.
En resumen, una “cafetería” que te quiere vender algo que parece top y moderno pero que en realidad es una ridiculez de cuarta.
Hay muchas mejores cafeterías con mejores precios y mejores productos.
Como ejemplo hoy pedí su croissant.. (el croissant de almendras de Parisienne es MIL veces superior al que está gente vende, hagan la prueba)
Primera y última vez. No se lo recomendaría más que a un hippie. No gasten su dinero en una tontería como esta, vayan a lugares donde se les ATIENDA bien.
Espacio amplio, bien iluminado y con una terraza al aire libre muy agradable. Está en una zona tranquila, ideal para quienes trabajan o pasan por San Isidro. El lugar es acogedor, con un diseño cuidado y un ambiente relajado.
Lo más destacable es el pan: se nota el nivel de dedicación y detalle. Probamos una tartaleta de higo que fue espectacular. Las bebidas están bien, cumplen, pero lo que sorprendió fue la rapidez. Pedimos una infusión y un cold brew, y llegaron en menos de dos minutos, perfectamente preparados. Nunca habíamos recibido algo tan bien hecho tan rápido.
El sistema es de números: pagas en caja y luego te lo llevan a la mesa. El personal es muy amable y siempre con una sonrisa. Vale la pena pasar, aunque sea solo por un café y un buen pan. Recomendado.
Me gustó mucho, los alimentos se sienten bastante frescos y el sabor del pan delicioso, el ambiente muy cálido y tranquilo y el personal muy atento.
El Pan de la Chola, ubicado en Dasso, San Isidro, Lima, es más que un café: es un punto de encuentro que celebra la relación entre la ciudad y sus habitantes. Este espacio no solo ofrece un excelente café, sándwiches y snacks de alta calidad, sino que también fomenta una conexión entre lo urbano y lo humano.
El diseño del lugar, con su atmósfera acogedora y detalles bien pensados, invita a detenerse, relajarse y disfrutar del momento. Las opciones de desayuno son variadas y pensadas para satisfacer una amplia gama de preferencias, incluyendo alternativas vegetarianas y veganas que destacan por su sabor y creatividad.
Además, su compromiso con la movilidad sostenible y el entorno urbano se refleja en su enfoque bike-friendly, convirtiéndolo en un lugar ideal para ciclistas y amantes de la vida activa en la ciudad. Las opciones para llevar también hacen que El Pan de la Chola sea una extensión del dinamismo limeño, adaptándose al ritmo de quienes transitan por la zona.
El Pan de la Chola no es solo un café, es un espacio que conecta el buen gusto, la calidad y el urbanismo, promoviendo encuentros significativos y una experiencia culinaria que se integra perfectamente al corazón de la ciudad