Clínica de Ojos D’ Opeluce – Av. Arequipa 1885

mucha aglomeración, las instalaciones no se ven en buen estado, el diagnóstico del especialista en córnea lo hace de manera despota, los exámenes no son de calidad ya que no cuenta con la tecnología que se requiere. mala experiencia

El triaje bien, todos muy amables, la atención del especialista muy mala, apenas contestaba lo que le preguntabamos, Dra. Norma Carrera, parecía que no habíamos pagado 140 soles de consulta, se supone que si uno hace preguntas es porque tiene dudas y no es especialista en el tema, a penas nos respondió y no dejó nuestras dudas claras, una pena para costar tan cara la consulta

El día de ayer fui a una cita con el dr Radames Quijada y la experiencia fue de la peor, ni en el seguro me han atendido así. No me explicó lo que tenía, a penas respondía mis preguntas de modo general y poco profesional. Realmente una experiencia que no le deseo a nadie y lo peor es que es privada y pagué por esa pésima atención. Por favor a la clínica Opeluce verificar bien el personal que tienen para no llevarnos esas sorpresas

El vigilante fue muy déspota al preguntarle sobre algunas consultas de las atenciónes como horarios o para poder estaciónarme , al ser primera vez que me acercaba a está clínica.

El trato con los doctores fue muy frívolo , tienes que sacarles la palabra de la.boca para que te hagan un buen diagnóstico , solamente están ahí por su dinero , más no por el bienestar del paciente. Hay mejores clínicas por Lince , pero definitivamente no regresaría NUNCA.

Toda mi vida, desde niño, me he atendido en Opeluce y siempre he estado satisfecho, pero ahora han cambiado y para mal. El médico especialista ya no evalúa la medición de tu vista como antes, ahora lo hace un joven que supongo que algo estudió, pero no es experto. Te atiende rápido, no intenta hacer varias pruebas para encontrar tu medida exacta, se distrae conversando con compañeras y te saca rápido de consulta. Con ese resultado errado pasas (ahora sí) al médico que evalua la salud de tus ojos y ya no la vista. Se equivocaron con mi medida, pensé que era porque tenía que acostumbrarme, pero la costumbre nunca llegó. Tuve que volver a evaluar mi vista y rehacer mis lunas con otros médicos que sí me dieron atención personalizada. Me hicieron gastar mucho dinero y mucho tiempo. Perdieron lo bueno que tenían por acelerar su flujo de pacientes y tener más billete. Conmigo perdieron un cliente que los acompañaba por más de una década.