Ficha rápida
- Plato típico: Chicharrón Colorado
- Origen: Sapallanga, Huancayo – Junín
- Acompañamientos: papa sancochada, arroz amarillo, arvejitas y, en ocasiones, tallarines
- Particularidad: cocción lenta en aderezo de ají colorado, con un sabor intenso y profundo
- Valor cultural: transmitido de generación en generación, presente en fiestas patronales y reuniones familiares
¿Qué es el Chicharrón Colorado?
Imagina un costillar de cerdo que primero se sancocha con hierbas y especias, luego se dora hasta quedar crocante por fuera y tierno por dentro… y finalmente se baña en un aderezo rojo vibrante hecho de ají colorado, cocinado con paciencia durante horas.
Ese contraste de texturas y sabores se sirve acompañado de arroz amarillo graneado, papas sancochadas y alverjitas frescas. No es solo un plato: es una celebración de la identidad huancaína, una memoria que se comparte en familia y un orgullo que Sapallanga ofrece al Perú.
Un poco de historia: de la colonia al corazón de Huancayo
El chicharrón colorado nació de un encuentro cultural. Los españoles introdujeron la crianza de cerdos en los Andes, mientras que los pueblos locales aportaron el ají y las hierbas aromáticas. De esa fusión surgió este plato mestizo, que aún hoy conserva el sello colonial en su uso de manteca y aderezos largos.
En Sapallanga y Huancayo, el chicharrón colorado se volvió parte inseparable de las fiestas costumbristas. Su preparación no solo alimenta, sino que refuerza la memoria de las familias, transmitida de madres a hijas, de abuelas a nietos, como herencia viva del Valle del Mantaro.
Fotos del menú
Ingredientes principales (versión tradicional huancaína)
- 1.5 a 2 kg de carne de cerdo (costillar o panceta)
- 100 g de ají colorado (panca) molido y remojado
- 1 cebolla, 4 dientes de ajo, ramita de apio, orégano, comino, sal
- 1 taza de arroz
- Un toque de palillo (cúrcuma o ají amarillo) para el arroz
- 1 kg de papas sancochadas
- Arvejitas y zanahoria para decorar
Preparación: el ritual del color y la paciencia
- Sancochar la carne con ajo, cebolla, apio y orégano. Reservar el caldo.
- Dorar la carne en aceite hasta que quede dorada y crocante.
- El aderezo colorado: remojar el ají panca desde la víspera, licuarlo y dorarlo lentamente con ajo y cebolla. Añadir comino, sal y un poco del caldo reservado.
- Integrar la carne y las papas en el aderezo, dejando que absorban el sabor.
- Preparar el arroz amarillo con palillo y ajo.
- Servir con arte: arroz al centro, papas al costado, carne bañada en la salsa roja y un toque de arvejitas encima.
Secreto de abuela: “El ají no se apura, se dora con calma hasta que suelte todo su aroma. Ese es el corazón del chicharrón colorado”.
Valor nutricional
Según estudios locales en Huancayo:
- El 53% de los consumidores lo identifica como fuente de proteínas.
- Un 33% lo relaciona con minerales como hierro y zinc.
- Aunque es un plato contundente por su fritura, aporta energía ideal para climas fríos y celebraciones, siempre que se disfrute con moderación y balance.
Contexto cultural y social
El Chicharrón Colorado es protagonista en las fiestas patronales, especialmente durante la celebración de la Virgen de Cocharcas en Sapallanga (8 de septiembre). También aparece en la feria dominical, donde las carpas lo sirven como plato estrella.
Entrevistas a cocineras tradicionales revelan su valor emocional:
- “Lo aprendí de mi mamá a los 20 años, y ahora se lo enseño a mis nietas.”
- “Antes criábamos el cerdo en casa, hoy lo compramos, pero el sabor no cambia.”
- “No es de diario: es plato de alegría, para cumpleaños y fiestas patronales.”
Así, más que un alimento, el chicharrón colorado es memoria, identidad y orgullo comunitario.
Percepción social
- 60% de los encuestados lo consideran originario de Huancayo.
- El precio promedio aceptado oscila entre 15 y 25 soles.
- Sin embargo, 73% reconoce que no hay suficientes restaurantes que lo ofrezcan, lo que muestra una oportunidad de revalorización gastronómica y turística.
Potencial turístico
El chicharrón colorado puede ser más que un plato:
- Ruta gastronómica en Sapallanga y Huancayo.
- Talleres vivenciales con cocineras tradicionales para aprender el secreto del ají.
- Festival del Chicharrón Colorado, con música, danza y degustaciones.
- Kits para turistas con aderezo de ají, especias y recetario local.
Turismo con sabor = economía con identidad.
️ Dónde probarlo
Para llevar (¡literal!)
El chicharrón colorado es patrimonio gastronómico vivo de Huancayo.
Su valor va más allá del sabor: es identidad, memoria y comunidad.
Tiene potencial para ser motor de turismo, emprendimiento y orgullo local.
¡Necesita ser documentado, promovido y celebrado
️ Más que un plato: Es memoria, es familia
El Chicharrón Colorado de Sapallanga no sólo se sirve en restaurantes… ¡se hereda!
Con su aderezo de ají colorado cocinado con paciencia, su textura crocante y su simbolismo festivo, este plato encarna la identidad del Valle del Mantaro. Es historia colonial, tradición familiar y patrimonio vivo.
Promoverlo no solo fortalece la gastronomía de Junín, sino que abre la puerta a experiencias turísticas, emprendimientos y un mayor orgullo local.
Cada bocado es memoria, y cada preparación es una fiesta.
Entrevistamos a tres abuelas guardianas de la receta, y esto nos dijeron:
“Lo aprendí de mi mamá, cuando tenía 20 años… y ahora se lo enseño a mis nietas.”
“Solo lo preparamos en cumpleaños, fiestas patronales… es comida de alegría.”
“Antes criábamos el cerdo en casa. Hoy ya no… pero el sabor sigue igual.”
Este plato se cocina con historia, se sirve con afecto y se comparte con orgullo. Es patrimonio vivo.
¡Tu turno! ¿Lo has probado? ¿Lo cocinas?
Queremos saber:
¿Cuál es tu receta familiar del chicharrón colorado?
¿Qué ingrediente le pones que nadie más se atreve?
¿En qué ocasión especial lo preparas?
¡Escribe tu comentario! Comparte tus fotos, tus historias, tus secretos de cocina. Hagamos de este plato un movimiento cultural.